Venecia 2016

A pesar de ser esta mi tercera visita a Venecia, nunca había visto el gran canal. La primera ocasión en la que estuve en esta ciudad era apenas un adolescente en una visita express a la ciudad con los compañeros de instituto. En la segunda ocasión, embarqué en un crucero apenas unas hora después de llegar al aeropuerto. Por eso, en esta ocasión quería empaparme por completo de la ciudad, así que optamos por hospedarnos en un hotel a la misma orilla del gran canal. Los precios son altos pero tan solo íbamos a pasar aquí tres días.






Nuestro hospedaje consistió en un pequeño palacete rehabilitado muy cerca del puente de Rialto en el barrio de San Polo.







Desde el salón de desayunos podíamos contemplar una estupenda vista del gran canal. Con su trafico habitual.








El trafico en el gran canal es muy intenso. Ademas de los famosos Vaporettos, el gran canal es la vía principal que usan los servicios principales de la ciudad como policía, bomberos, ambulancias, recogida de basuras, etc.







Ya que el precio de las Góndolas es prohibitivo optamos por coger un Vaporetto para recorrer el gran canal desde la plaza de San Marcos hasta el puente de los descalzos. Es un trayecto lento pero merece la pena. Otra opción para navegar evitando las Góndolas son los Traguettos. Pequeñas Góndolas espartanas que por un módico precio cruzan el canal de lado a lado.







Esta es la estación de bomberos. Las lanchas están situadas bajo el edificio para salir rápidamente cuando la situación lo requiera.








Por la noche el gran canal se vacía de barcos y pasear por sus orillas se convierte en un placer.








Merece la pena salirse de los circuitos mas turísticos y perderse por los canales de San Polo. Ver a los residentes de la ciudad como realizan sus labores cotidianas como ir a la compra, llevar a los niños al colegio o simplemente sentarse a leer el periódico.








Resulta muy curioso ver como las barcas son el medio de locomoción principal, por no decir el único. Muchas casas tienen garajes en su planta baja en donde las guardan a modo de los garajes de coche habituales.







El turismo empieza a ser un problema en la ciudad de Venecia. Especialmente el que a cruceros se refiere. Nos llamó la atención este atasco de góndolas que pudimos ver en un canal en el barrio de San Marcos.







Esta es la basílica de San Marcos, una antiquísima construcción que data del siglo IX, construida sobre los restos de  una iglesia destinada a albergar las reliquias de San Marcos traídas de Alejandría.







El puente de la academia está situado frente a la Galería de la Academia, de ahí su nombre. Desde él se tiene una bonita vista de la iglesia de Santa Maria della Salute. Una de las imágenes mas icónicas de Venecia







Una imagen de nuestro hotel. En el lugar en el que ondea la bandera europea se encontraba el comedor.








Una de las principales referencias que tengo de mi infancia sobre Venecia, es de la película "Indiana Jones y la última cruzada". Parte de la película se desarrolla en Venecia. El campo de San Barnaba es una de las localizaciones y tenía un especial interés en verlo al natural.









El puente de los suspiros comunica el palacio Ducal con una prisión al otro lado de un pequeño canal y es uno de los puntos mas visitados de toda Venecia.







En nuestra última comida decidimos perdernos por unas callejuelas y sentarnos en una terraza a orillas de un pequeño canal, por el que pasaban de vez en cuando pequeñas embarcaciones. Venecia pude ser bulliciosa o tremendamente tranquila dependiendo por donde te muevas.


Y hasta aquí nuestro viaje a Venecia. Tengo la sensación de haberme quitado una espinita que llevaba clavada muchísimo tiempo. Hasta siempre Venecia, estoy seguro que no tardaremos mucho en vernos de nuevo.