Visitamos Gibraltar en el año 1999, durante un recorrido por el sur de España, que nos llevó a Granada, Cádiz, Gibraltar y Ceuta para acabar volviendo por Extremadura. Por entonces nuestro presupuesto era muy limitado, por lo que nos vimos obligados a comer bocadillos la mayoría de las veces. En un futuro nuestros viajes se volverían más confortables.
Nos hospedamos en la vecina Línea de la Concepción, última población española antes de cruzar la frontera gibraltareña. Esta es la imagen del peñón desde la ventana de nuestra habitación.
Gibraltar es territorio británico, aunque sus habitantes no tuvieron reconocida la nacionalidad británica hasta 1983. Nada más entrar se cruzan las pistas del aeropuerto, donde no está permitido hacer fotos. Lo siguiente que encontramos es multitud de gasolineras. El peñón, al tener la condición de paraíso fiscal, se beneficia de unos impuestos exiguos, por lo que los precios de los carburantes, el tabaco y la creación de sociedades no tienen competencia.
Subiendo por el peñón se pueden ver los túneles que no nos dio tiempo a visitar, también se pueden ver los famosos monos de Gibraltar, los únicos monos en libertad que viven en Europa. Al fondo de la imagen, en una barandilla, se pueden ver algunos de ellos.
El extremo más meridional de Gibraltar se llama Punta de Europa, allí se encuentra construida una mezquita regalo del rey Fahd de Arabia. Una pequeña parte de la población gibraltareña es musulmana.
En este mismo punto y en mirando hacia el sur, se puede ver el estrecho de Gibraltar, con el marroquí Jbel Musa Asomando al fondo entre la bruma.
De Gibraltar nos quedó pendiente visitar los túneles. Me gustaría en un futuro volver a repetir esta experiencia, pero muchas veces los destinos más cercanos los vamos dejando a un lado. Quizá vaya siendo hora de volver a planteárselo.