MALTA 2017


Malta es algo más que una pequeña isla en medio del Mediterráneo. Posee edificaciones prehistóricas de más de 5000 años, fue punto de referencia para fenicios, griegos, cartagineses, romanos y árabes. Otorgada a los caballeros de la orden de Malta por la Corona de Aragón, fue defensora del cristianismo ante los ataques turcos, hasta que cayó en manos de Napoleón primero y del imperio británico después.
Pasada la segunda guerra mundial se independizó de Gran Bretaña pero dentro de la Commonwealth.

Como resultado de esto nos encontramos con un país de la quinta parte del tamaño de Londres, con población y costumbres principalmente italianas, un idioma proveniente del árabe y una educación muy británica.




Buscamos un hotel con piscina para que nuestra hija tuviera momentos de diversión tras las excursiones mañaneras. Nos alojamos en el Excelsior, que estaba situado Junto a las murallas de La Valeta y frente al pueblo de Gzira




La mejor vista de La Valeta es desde Sliema, Existe un ferry que por dos euros y medio te lleva hasta el otro lado de la bahia desde donde se puede contemplar la capital, con la majestuosa cúpula de Nuestra señora del Monte Carmelo y la Torre de la iglesia anglicana al frente



Ya en su interior, los edificios adyacentes a la peatonal Republic Street dan grandes muestras de majestuosidad, sobre todo cuando nos acercamos a la plaza de La República.



En pleno corazón de La Valeta se encuentra la plaza de San Jorge. A partir de Aquí es donde La Valeta se vuelve mas caótica



Descendiendo por sus calles hacia el mar tuve la oportunidad de “perderme” como a mi me gusta, observando el día a día de la gente del lugar, sin la masiva presencia de turistas.



Poco a poco las calles se van empinado, hasta el punto de tener escaleras en lugar de aceras.



En cualquier caso, no podías dar un paso sin encontrarte con alguna de las cientos de iglesias que salpican la capital maltesa.



Llama poderosamente la atención los coloridos balcones llamados Gallarija. En esta foto los situados frente a Sliema



Al otro lado de la península, se encuentra el Upper Barrakka Gardens. Punto desde el que se puede divisar las “Tres ciudades”, compuesto por Senglea Vittoriosa y Cospicua. Ciudades mas antiguas que La Valeta y que soportaron durante cuatro meses el gran asedio turco de 1565 desde estos jardines.



Desde aquí también se puede contemplar la vertiente sur de la capital, no tan famosa como su parte norte pero igual de bella.



Saliendo ya en coche de La Valeta, se puede contemplar con facilidad el resto de la isla, ya que apenas mide 15 kilómetros de ancho por unos 30 de largo. Fuera de la majestuosidad de la capital, la arquitectura de la mayoría de los pueblos circundantes recuerda mas a la de los países árabes que a la de la Europa mediterránea. Me recordó enormemente al viaje que realicé a través de marruecos muchos años antes.



En pleno corazón de la isla se encuentra la ciudad amurallada de Mdina. De origen fenicio, y construida mayormente por el Imperio Fatimí fue la primera capital de Malta.



Como en La Valeta, un puente sobre un gran foso es la entrada a la ciudad.



Su arquitectura es una mezcla de medina árabe, palacios y grandes iglesias.



Sus calles estrechas proporcionan sobra y suave brisa que ayuda a mitigar el gran calor. La calle de las tres mezquitas es una de ellas y cruza de lado a lado la ciudadela



Por fuera de la muralla se encuentra la ciudad maltesa de Rabat, que surgió como un suburbio de Mdina. No obstante, la palabra Rabat significa suburbio en árabe.



Posiblemente la visita mas famosa de Malta sea la la bellísima playa de aguas turquesas de Blue Lagoon, en la pequeña isla de Comino, que junto con Gozo y Malta forman el archipielago Maltés. Para ir hasta ella cogimos un barco desde Sliema. Desde aquí se podía ver nuestro hotel a los pies de la muralla de La Valeta.



Creo que jamás me cansaría de ver la silueta de la capital desde este punto.



Una vez puesto rumbo al norte, pasamos por las zonas mas turísticas de malta como es St. Julians. Llama muchísimo la atención el edificio Portomaso building, que pasa por ser la edificación mas alta de todo el país. Rompiendo, a mi gusto, totalmente la armonía que existe en toda la isla en cuanto a edificaciones, sean estas palacios de 500 años o apartamentos junto al mar.



La mayor parte de la costa de malta se compone de cortantes acantilados. Si vais buscando playas quizá no sea este el destino mas apropiado.



Antes de llegar a Comino, nuestro barco hizo una pequeña escala en la impronunciable ciudad de Ghajnsielem, en la isla de Gozo.



Comino es una isla prácticamente deshabitada, de no mas de dos kilómetros de largo. A pesar de eso, contiene uno de los lugares mas publicitados a lo largo de todos los muelles de Valeta y alrededores. Tan publicitado, que hace que su visita resulte algo bastante incómodo.



Este pequeño esquinazo de aguas cristalinas es Blue Lagoon. La playa por la que acceder al agua apenas tiene siete u ocho metros de ancho y alterna arena de playa con grandes piedras. Alquilar una sombrilla aquí cuesta 10 euros y es la única forma de tener sombra, ya que la vegetación de la isla se limita a pequeños arbustos. Es tal la masificación de la zona, que simplemente puedes sentarte bajo la sombrilla e intentar que no te pise nadie que intente llegar a la playa, brincando entre piedra y piedra.



Otra opción es alejarte de dicha playa, e intentar acceder al mar bajando por las rocas. Al viajar con una niña pequeña esto no era opción. Una chica sevillana que conocimos, nos comentó que ella venia muy a menudo, la última vez hace seis años y que le parecía una maravilla cuando no venía tanta gente. Pero que tras esta visita no volvería otra vez por aquí. En esta foto estoy yo estrenando palo selfie.



Cuando llegó la hora de comer nos metimos de nuevo en nuestro barco. Era la única manera de estar sentado y a la sombra para comer. Afortunadamente en el barco hacían hamburguesas. Teniendo en cuenta la pinta que tenia toda la fritanga que ofrecían en las furgonetas que se encontraban frente a la playa, esta opción era, con creces, la mas recomendable. Nuestro barco era el de la izquierda.



Al partir de Blue Lagoon, el barco bordea la costa occidental de la isla mostrándonos pequeñas cuevas y pasadizos, que el mar ha ido tallando en la la roca con el paso de los siglos.




Tras esto, pasamos por un lugar llamado Kristal Lagoon, también de aguas azul turquesa, en el que se encontraban fondeados varios yates.





Y por último, no quedaba más que despedirse de la sorprendente y acogedora Malta. Un destino muy a tener en cuenta.