VATICANO 2019


Ya he confesado anteriormente mi ausencia de fe en ninguna religión, por lo que una sede religiosa aupada a la categoría de país me parece un gran anacronismo, más aun cuando dicho país amasa la gran cantidad de riquezas que se le suponen. Pero tal cosa no hace más incitarme aun más para visitarlo y verlo con mis propios ojos.






El Vaticano es es país más pequeño del mundo. Su extensión es de apenas 0,44 km cuadrados y está situado íntegramente en la ciudad de Roma.





Esta pequeña valla hace las veces de frontera entre el Vaticano e Italia y da a la plaza de San Pedro. Esta es la única zona de libre acceso, ya que tanto para entrar a la basílica como a los museos vaticanos hay que pasar un control e incluso pagar entrada para los segundos.





En la plaza se encuentra un graderío para asistir a las misas que el sumo pontífice oficia desde el balcón.





Este es el edificio donde se reúne el conclave a fin de elegir nuevo Papa. En lo alto se instala una chimenea desde donde se pueden observar las famosas fumata negra y fumata blanca





Enseguida nos encontramos con la basílica de San Pedro, una espectacular iglesia construida entre los años 1506 y 1626 con un interior más espectacular si cabe.





Nada más entrar a la basílica se puede observar la Piedad de Miguel Angel. Una impresionante escultura en mármol del artista florentino. Se encuentra tras un cristal antibalas después de que en 1972 un enajenado intentara destruirla con un martillo





El cuerpo militar encargado de velar por la seguridad en el Vaticano es la Guardia Suiza. Es un ejercito profesional de unos 100 hombres que data del siglo XVI. Su indumentaria es de lo mas característica.





Estos jardines son de las pocas zonas al aire libre que se pueden encontrar en el Vaticano, para acceder a ellos es necesario pagar la entrada a los museos vaticanos





No es fácil visitar los museos. Intentar conseguir una entrada in situ implica horas de espera. La mejor opción, como en muchos otros lugares, es intentar conseguirla por internet. Esa fue nuestra opción. Una vez dentro la afluencia de público era abrumante ¡Y eso que fuimos en Marzo! No quiero pensar cómo debe ser agosto





Los museos vaticanos poseen una amplia variedad de joyas, pinturas y sobre todo esculturas. Laoconte y sus hijos es una de las numerosas esculturas que se pueden contemplar.





Esta es la Galería de los Mapas. Para un amante de la cartografía como yo fue una gozada disfrutar de todos los mapas que la flanqueaban. Los techos de esta galería eran impresionantes, me recordó un poco a la Galería de los Espejos de Versalles.





Los techos de los museos están maravillosamente decorados y el culmen de todos ellos es la Capilla Sixtina, de la que desgraciadamente no se pueden sacar fotos, aunque sus imágenes son sobradamente conocidas. Tengo que decir que no me importo no hacer fotos, para así tener tiempo de sentarme a disfrutar de tal maravilla.





Hasta aquí la visita al país más pequeño del mundo. A pesar de ello, no tengo la sensación de haber pasado fronteras hacia otros lugares, con otras gentes con costumbres diferentes, tan solo el haber adquirido una entrada a un lugar que, dicho sea de paso, merece la bastante la pena visitar.