Lisboa 2005




Lisboa es una ciudad costera situada en la desembocadura del río Tajo. Fue totalmente destruida por un terremoto en el año1755, por lo que la mayoría de edificios son posteriores a esa fecha. Dada la cercanía de la capital lisboeta nuestro desplazamiento fue en coche, cosa que nos permitió acercarnos también a la bella ciudad de Sintra. Gran parte de las fotos están escaneadas de una cámara desechable así que disculpen la calidad de las mismas.



El acceso a la ciudad desde España se realiza cruzando el puente 25 de Abril, fecha conmemorativa de la revolución de los claveles. Este puente, cruza la desembocadura del Tajo (En portugués Tejo) Uniendo la propia ciudad de Lisboa con su área metropolitana. Recientemente se ha desahogado el volumen de coches de este puente con la construcción del Vasco da Gama un puente de 17 kilómetros situado unos kilómetros río arriba.



Esta es la Praça do Comercio, principal escenario de la Revolución de los Claveles. Aquí se situaba el Palacio Real antes de ser destruido por el nombrado terremoto de 1755. Durante nuestra estancia lo adornaba un gran árbol de navidad del que se puede ver la sombra en la foto. Esta plaza da, por un lado, al estuario del Tajo y por otro al los barrios de Baixa y Chiado y al resto de Lisboa.



Subiendo por el barrio de Baixa podemos ver el elevador de Santa Justa. No es otra cosa que un ascensor que data del 1902 y que comunica el barrio de Baixa con el de Chiado, donde estuvimos cenando y paseando por sus callejuelas escuchando fados.



La vista desde lo alto del elevador es memorable. Aquí podemos ver la desembocadura del Tejo, con la catedral de Lisboa, mas conocida como Sé de Lisboa, al fondo de la imagen, en las primeras estribaciones de la subida al Castelho de San Jorge.



En Lisboa aun se pueden ver tranvías. El mas conocido, el 28, utiliza modelos antiguos como el de la foto y comunica el Barrio Alto con el de Alfama. Parece increíble como un tranvía puede discurrir por calles tan estrechas. Posteriormente cogeríamos uno mucho mas moderno que nos llevaría desde la plaza da Figueira hasta la torre de Belem.



Desde lo alto se puede ver el barrio de Alfama, de origen árabe y mayoritariamente pescador, discurrir entre callejuelas hasta la misma orilla. Resulta el barrio más bohemio de la capital Lusa.



Descendiendo en el tranvía 28 pasamos por la puerta de la catedral. Se trata de la iglesia mas antigua de la ciudad y data del sigo XII. Numerosos terremotos la han afectado, especialmente el ocurrido en 1755 que dejó prácticamente destruida la ciudad. La catedral se reconstruyo en varias ocasiones hasta adoptar su forma actual.




La torre de Belem fue construida con fines defensivos sobre la ciudad de Lisboa. Posteriormente, pasado el tiempo fue utilizada a modo de aduana controlando el trafico de navíos que entraban a la ciudad e incluso llego a se utilizada a modo de mazmorra.



Tras su construcción en 1520, la torre se situaba sobre una isla. El rápido avance de las construcciones de alrededor acabó por “unirla” a tierra. Actualmente se llega a ella a través de una pasarela.



Desde la torre, el estuario del Tejo se ensancha, encontrándonos ya prácticamente en mar abierto. De hecho, las aguas que bañan Belem frente a la torre ya son saladas.



Muy cerca de la Torre de Belem pero mucho más moderno se encuentra el altísimo monumento a los descubrimientos que data de 1960. A simple vista parece mas pequeño pero sus cincuenta y dos metros dejan pequeña a la vecina torre. Se puede ascender a lo más alto a través de un ascensor ubicado en su interior.



Otro de los monumentos a tener en cuenta en Lisboa es el monasterio de los Jerónimos. Construido en honor a Vasco de Gama en plena era de los descubrimientos. Recuerda a épocas pasadas cuando Portugal era una gran potencia naval, ya que con un porcentaje de lo traído de ultramar fue financiada su construcción.



Este es el claustro, bastante recargado pero muy bien cuidado. Aquí descansan actualmente los restos de Vasco de Gama, acompañados del escritor portugués Luís de Camoes.



Este día decidimos dejar atrás la ciudad de Lisboa y acercarnos en coche al cercano pueblecito de Sintra.



Sintra se encuentra en la sierra del mismo nombre y es un pequeño pueblo de casas muy pintorescas que me recordó a las poblaciones del norte de España. Aquí pudimos visitar el palacio nacional de Sintra que fue residencia oficial de los reyes de Portugal.



Sobre la ciudad de Sintra y en lo alto de un monte se encuentra el Castillo dos Mouros. Construido durante la dominación árabe de la península, fue conquistado por Don Alfonso Henriques de Portugal en el 1147.



Después de subir en coche por unas empinadísimas rampas, completamos nuestra subida al castillo a pie. La imagen desde lo alto es impactante, divisándose incluso el océano atlántico.



Mas allá del Castillo dos Mouros se encuentra el palacio da pena. Mandado construir por el príncipe Fernando II de Portugal, fue residencia real veraniega y esta catalogado como patrimonio de la humanidad por la UNESCO.



De nuevo en Lisboa, pasamos una tarde paseando por la zona más moderna para despedirnos de ella. Aquí, una imagen del parque Eduardo VII con el estuario del Tejo al fondo.