REPUBLICA TURCA DEL NORTE DE CHIPRE 2019



La República Turca del Norte de Chipre es una república auto proclamada con reconocimiento internacional parcial. Tan parcial que tan solo Turquía la reconoce.
Legalmente el territorio que ocupa es parte la República de Chipre, pero tras los altercados sufridos en 1974 esta dejó de tener control sobre la zona.
Hasta dicha fecha, Chipre era un país con dos comunidades, la mayoritaria greco-chipriota y la minoritaria turco-chipriota. El sistema de gobierno se componía de un Presidente greco-chipriota y un vicepresidente turco-chipriota, ambos con derecho a veto.
EL 15 de Julio de 1974 se produce un golpe de estado a cargo de la Guardia Nacional de Chipre apoyado por Grecia a través de Dictadura de los Coroneles, en el gobierno en ese momento. Su intención era derrocar al actual presidente Makarios III y consumar la Enosis, (la unión con Grecia).
Días después, con el pretexto e de proteger a la comunidad turco-chipriota, Turquía invadió la zona norte del país hasta llegar a su capital, Nicosia, que quedó dividida en dos partes. Posteriormente esta zona se proclamaría como la República Turca del norte de Chipre.




Según se va llegando a Nicosia desde la parte greco-chipriota, se va adivinando la rivalidad que se tienen ambas comunidades. En los montes pentadactylos, al otro lado de la ciudad y con ánimo de ser visible desde toda Nicosia, aparecen impresas en la montaña unas gigantescas banderas de la república del Norte y de Turquía, esta última difícilmente visible.





El único punto de Nicosia habilitado para pasar a la otra zona es la calle Ledras. En abril de 2008, tras 34 años de aislamiento, fueron retiradas las barricadas y las minas que asolaban este lugar, convirtiéndose en el sexto punto en el que se puede pasar de una zona a otra en toda la isla. Aquí nos encontrábamos a punto de pasar a la zona de amortiguación creada por los cascos azules de la ONU. En dicha zona está totalmente prohibido hacer fotos.




Tras pasar unas calles con comercios cerrados y abandonados, con alguna que otra pintada y pasar el control del Norte, nos encontramos en una zona de pequeñas calles con comercios y tiendas a modo de un bazar turístico. La verdad es que daba la sensación de estar en otro país y otra ciudad totalmente distinta, tan solo a pocos metros de donde nos hallábamos hace un momento.





A unas pocas calles de allí se encontraba la mezquita de Selimiye, la que en otro momento fue la catedral de Santa Sofía. Durante la invasión del imperio Otomano varias catedrales fueron transformadas en mezquitas, construyendo minaretes sobre sus torres góticas.





Las mezquitas norchipriotas son muy espartanas, nada que ver con la magnificencia de las mezquitas de Estambul. En el mimbar destacan, como en todas las mezquitas de Chipre del norte, las banderas de Turquía y de la RTNCh





En todas las iglesias reconvertidas en mezquitas que visité, tuve la misma sensación. Ruinas. Los otomanos se limitaron a construir un minarete o dos, pero no se han preocupado de reconstruir las torres o arcos que por circunstancias han quedado dañados. Es como si no quisieran restaurar símbolos cristianos. Por el contrario su interior si se encuentran en buen estado.





Toda la zona de Lefkosia (así es como se le llama a Nicosia en turco) que rodea a la calle Ledras, está repleta de restaurantes y terrazas, siempre buscando la sombra, ya que aquí el calor es sofocante. Me pareció un lugar muy agradable para estar.





Después decidimos perdernos un poco, salir de las zonas turísticas, callejear, visitar un mercado local…





Cada vez que intentamos dirigirnos hacia la zona sur de la ciudad nos topamos con la green zone (zona verde) que separa la ciudad en dos. No quise acercarme más a hacer la foto.





Desde esta terraza cercana al punto de cruce se podían divisar las banderas griegas y turco-chipriotas, desafiantes, una frente a la otra. De hecho los greco-chipriotas no usan su bandera, usan la griega, que molesta más a los turco-chipriotas





Nuestro siguiente destino en Chipre del norte fue la histórica ciudad de Famagusta. Después de un interminable viaje en autobús qué paro por todos los pueblos del sureste chipriota, llegamos al checkpoint ubicado en una fina franja bajo el control británico. Pero antes de visitar Famagusta decidimos ver las ruinas de la antigua ciudad de Salamina






Según cuenta la leyenda, Salamina fue fundada por Teucro, hermano de Ayax, a quien no se le permitió regresar a Grecia, por no conseguir vengar la muerte de su hermano en la guerra de Troya y acabó exiliándose en Chipre.





Las ruinas de Salamina se encuentran en muy buen estado, conservándose, entre otras cosas, un gimnasio y varias de sus estatuas, además de una piscina y unas termas.





Bajo el suelo se pueden observar los pilares que lo sujetan y que se usaban a modo de drenaje y alcantarillado.





Salamina posee un teatro romano del que solo se conserva su graderío. Todavía se representan algunas obras en él. Tras esta visita, pusimos rumbo a Famagusta





Nada más llegar a Famagusta nos encontramos con la flamante y moderna mezquita de Osman Fazil Pasha.





Famagusta fue capital de la isla y su puerto más importante. Sus murallas datan del reino latino de Jerusalén. Estuvimos comiendo en un sitio privilegiado frente a las murallas, en un restaurante llamado Petek Pastahanesi.





A pocos metros de la muralla, se encuentra la Mezquita Lala Mustafa Pasha, antigua catedral medieval de San Nicolas, reconvertida en Mezquita por el imperio otomano.






El interior es bastante tosco, como suele ser costumbre, y en el mimbar de nuevo se sitúan las banderas pertinentes.





Cuando estuve en Turquía hace años me confundían con un oriundo aquí me pasó lo mismo.

Tras recorrer el centro de Famagusta, nos dirigimos a una de las zonas mas impactante de Chipre, la ciudad fantasma de Varosha






A principios de los años 70, Varosha, un prospero barrio de Famagusta, pasaba por ser una de las zonas turísticas más populares y lujosas del mediterráneo. La guerra civil chipriota provocó que todos sus habitantes la abandonaran y tras una resolución de la ONU que prohibía repoblarla, los turcos decidieron vallarla y prohibir el acceso a cualquier persona no militar.

En consecuencia Varosha se ha quedado anclada en la historia. Sus edificios, muchos de ellos en ruinas, son testigos del avance inexorable del tiempo.





En muchos de los edificios todavía se puede observar las cicatrices que dejó el conflicto 45 años después. En este caso en concreto sorprende incluso que todavía se mantengan en pie.






Zona de apartamentos. Esta foto pude hacerla gracias a estar dentro de un autobús.






Curiosamente, una pequeña parte de la playa se puede visitar, justo frente a alguno de los deteriorados hoteles setenteros.






En esta imagen, muy aumentada, se puede ver el limite de la zona libre en plena playa







Nuestra última visita en la zona fue el monasterio ortodoxo de San Bernabé. Construido en el 477 y remodelado en el 1576, fue erigido en el lugar donde se situaba la tumba del santo y que se encuentra en una cripta aledaña.






El interior se ha conservado prácticamente sin cambios debido a que los turcos lo convirtieron en un museo. Las pinturas, aunque deterioradas, se conservan a pesar de las prohibición musulmana de representar imágenes.




Aquí acabo nuestra aventura turco-chipriota. Poco futuro le auguro yo a una reunificación. El odio de ambas comunidades es mutuo e irreconciliable. Llevan tantos años en esta situación que ya se ha convertido en una costumbre y ninguno va a querer compartir su país con el otro.


Ojalá me equivoque…